Tirso de Molina (seudónimo de fray Gabriel Téllez) nacido en Madrid, el 24 de marzo de 1583 y fallecido en Almazán (Soria) el 12 de marzo de 1648. Fue un dramaturgo, poeta y narrador español del Barroco.
De entre su actividad literaria, destaca sobre todo como autor teatral. Su dramaturgia abarca principalmente la comedia de enredo, como Don Gil de las calzas verdes y obras hagiográfiacas como la trilogía de La Santa Juana o La dama del olivar. Se le ha atribuido tradicionalmente la creación del mito de don Juan en El burlador de Sevilla, cuya primera versión podría ser de 1617, con la obra Tan largo me lo fiáis, editada en el siglo XVII a nombre de Calderón y que parte de la crítica atribuye a Andrés de Claramonte (no así otro sector de críticos, que la tienen como una versión emparentada con un arquetipo común escrito por Tirso entre 1612 y 1625),[1] en la que un noble sevillano altera el orden social deshonrando a cuantas mujeres se le ofrecen. Finalmente es castigado por la estatua funeraria de una de sus víctimas, el padre de una de las damas burladas, arrastrándole a los infiernos sin que don Juan se arrepienta. También se encuentra en discusión la autoría de El condenado por desconfiado, comedia de bandoleros a lo divino.
De entre su actividad literaria, destaca sobre todo como autor teatral. Su dramaturgia abarca principalmente la comedia de enredo, como Don Gil de las calzas verdes y obras hagiográfiacas como la trilogía de La Santa Juana o La dama del olivar. Se le ha atribuido tradicionalmente la creación del mito de don Juan en El burlador de Sevilla, cuya primera versión podría ser de 1617, con la obra Tan largo me lo fiáis, editada en el siglo XVII a nombre de Calderón y que parte de la crítica atribuye a Andrés de Claramonte (no así otro sector de críticos, que la tienen como una versión emparentada con un arquetipo común escrito por Tirso entre 1612 y 1625),[1] en la que un noble sevillano altera el orden social deshonrando a cuantas mujeres se le ofrecen. Finalmente es castigado por la estatua funeraria de una de sus víctimas, el padre de una de las damas burladas, arrastrándole a los infiernos sin que don Juan se arrepienta. También se encuentra en discusión la autoría de El condenado por desconfiado, comedia de bandoleros a lo divino.
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